martes, 15 de junio de 2010

EL MUSEO DEL APARTHEID

UNA HISTORIA OLVIDADA ES UN FUTURO PERDIDO Hoy debutó Brasil, le ganó como era esperable a Corea del Norte, aunque por 2 a 1. Hoy también hicieron su primera aparición Portugal con Cristiano Ronaldo y Costa de Marfil con Yaya Touré y hasta la presencia de Drogba en los últimos minutos, que emparaton 1 a 1. Pero no es de fútbol que quiero hablarles hoy sino de un lugar único por la riqueza de su historia. Un lugar que nos hizo olvidar la temperatura bajo cero y el viento patagónico que se vivía hoy en Johannesburgo.
El Museo del Apartheid fue construido por una iniciativa de Nelson Mandela durante su presidencia, con la idea de que no se olvidara lo ocurrido durante el régimen segregacionista que dominó el país por varias décadas. Un régimen político que es una vergüenza para la historia del siglo XX, no sólo para los sudafricanos, lo que pasó en ese período histórico, su crueldad e ilegitimidad debería avergonzarnos a todos los integrantes del mundo occidental por permitirlo, por no haber luchado lo suficiente en su contra. Así como el nazismo o nuestra propia dictadura con la apropiación de niños de las víctimas que hasta hoy siguen sin saber su identidad. Son crímenes a la humanidad en su conjunto y por eso impactan tanto a la comunidad internacional. Pero es cierto que para las víctimas es aún más fuerte, más significativo.
Me ha tocado relacionarme con personas que han nacido durante el Apartheid y hoy que disfrutan de la democracia sienten dolor y resentimiento por lo que han pasado sus padres, abuelos o hermanos, sus compatriotas, sus amigos, sus profesores.Sudáfrica es una sociedad marcada a fuego por el régimen del Apartheid y deberán pasar muchos años para que se cierren algunas heridas. Eso suena cercano, no?
Por otro lado, las conquistas legales no van acompañadas por los cambios o mejoras económicos, se hizo y se está haciendo mucho es cierto, pero todavía hay un abismo que zanjar en este sentido. Porque entre otras cosas el Apartheid permitió a una minoría blanca gozar de todos los privilegios posibles como ser los únicos a los que se les permitía ser propietarios de tierras y bienes en determinadas zonas, por cierto las más prósperas. A las personas de raza negra les estaba prohibido ejercer ciertas profesiones y así una serie de regulaciones en pos de la marginación de un grupo de personas que encima eran y son la mayoría de la población de un país. Por otra parte es cierto también que los comportamientos sociales y culturales también son más lentos y es fácil poder observar todavía contrastes, situaciones injustas y huellas del dolor.
En este sentido, el Museo del Apartheid no es una simple bodega que guarda objetos u obras de arte, sino la extensión del alma sudafricana que se empeña en mantener su dignidad, conseguida, como se describe en ese emblemático recinto: a sangre y fuego. Con la sangre de la resistencia que nunca renunció a lograr la definitiva eliminación de las leyes de discriminación impuestas por el régimen. En el Museo hay imágenes, instalaciones y audiovisuales sobre las marchas de protesta y la desobediencia pública o civil que realizaban los ciudadanos. También registro de la crueldad y la violencia ejercida sobre la población negra, con fotos de los asesinatos, los instrumentos usados, los transportes en que se llevaban a las víctimas, los lugares para blancos y para no blancos, las plazas y parques con asientos que no podían usar los negros. Y todo con un nivel de detalle obsesivo para que se entienda la verdadera historia.
“La humanidad nació en África. Todos, finalmente, somos africanos”.
La visita al Museo del Apartheid es en sí misma una experiencia de vida difícil de olvidar. En las casi dos horas que estuvimos recorriendo sus diferentes salas, que se pasaron sin darnos cuenta, uno entiende y vive parte de las sensaciones de la división, la segregación, la marginación, la prohibición porque sí de la libertad, de la libre elección. Lo que más nos enseña la vivencia del museo en sí es la violencia que hay implicita en la división, por eso a la entrada uno recibe junto al ticket una tarjeta que dice "blanco" u otra que dice "no blanco" para luego ingresar por la puerta que corresponda a la tarjeta entregada y así comenzar a ser parte de la exclusión representada allí.
Poco a poco se comprende que el pecado de quienes vivieron el terror del Apartheid no fue tener la piel negra, al menos no solamente, sino el ser potenciales dueños de una tierra rebosante de oro y diamantes, y luego de otra series de elementos susceptibles de valor para el capitalismo mundial.
“Fuimos y somos víctimas de la codicia de los colonizadores –describe el guión museográfico–. Tan simple y complicada se narra la lucha por la libertad que desde hace siglos libra este continente.”
Al fin y al cabo en cada rincón de este planeta hay un pueblo originario y su causa.
Pensé en Milagro Sala y su lucha, en las de nuestros antepasados indios que no tienen su tierra porque se la han robado nuestros próceres liberales, muchos de ellos parientes de nuestros hombres de campo, de doble apellido y buenas costumbres, pensé en Bolivia y su causa eterna, en nuestro Evo Morales y su lucha para llegar al gobierno en un país con población mayoritariamente indígena. Pensé que sus historias, sus luchas como la de tantos otros, siempre, tarde o temprano tendrán un final feliz. No son tan distintas las injusticias de un lado y otro, siempre hay alguien con poder que se cree con derecho de someter a otro, la excusa puede ser la piel, las ideas o la religión. La razón es siempre la misma.
Algunas imágenes que pude rescatar espero hayan ayudado a comunicar mejor esto que he tratado de transmitir.
Mañana sigue el mundial, y seguiremos hablando del encuentro que nos convoca a todos aquí. Un encuentro donde también se enfrentan colores, pero afortunadamente no los de la piel sino los de las camisetas.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Estimada Mujer de Olé!

quiero decirle que su entrada duele muchísimo!

uno que ya tiene sus años recuerda aquél pedazo de continente sumido y consumido en la violencia racial, tal como lo explicita usted muy bien-no sé Mujer, no sé que agregar
solo quiero dejar algo de alguien que también luchó por los derechos civiles pero en esta parte del continente

"Hemos aprendido a volar como los pájaros
y a nadar como los peces
pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos
como hermanos"
Martin L. King-premio Nobel de la Paz que dio su Vida en pos de una causa humanitaria podríamos decir-

le dejo un abrazo Grande
y me despido con un pronóstico de
Carlos Bianchi
"Argentina va a ser campeón"

Adal

leí a Varsky...hay equipo!

y justamente
parafraseando a L. King digo:

I HAVE A DREAM!!!!

PÁJARO DE CHINA dijo...

Ningún cronista o invitado "VIP" a Sudáfrica podría redactar y estremecerse con una entrada así, trazando las líneas entre historias que tienen, en definitiva, el mismo origen. ¿Por qué no se vuelven todos - no entiendo para qué han ido tantos- y te quedás solamente vos?

Todos venimos de Africa y, sin embargo, no sabemos nada de ella. Todos venimos de un continente condenado a la miseria por la brutalidad ensangrentada de los diamantes. Si algo nos han dicho, es que son "lo otro", "lo exótico" (como si estuviéramos hablando de extraños animales).

En el nene africano que le da a la pelota sobre una improvisada cancha de tierra está la pasión incontaminada que las garras de los buitres del negocio no podrán entender jamás.

Besos, muchos.

Darío dijo...

Un paseo emocional, y más, con Estela en Sudáfrica, y ese cariñoso homenaje de los jugadores y de Diego, para nuestras sufridas madres y abuelas. El dolor está en todas partes.
Portugal, lamentable.
Brasil, nada. Me gustó el 9 de Corea del Norte.
Un abrazo.

La MaGa dijo...

Me gustaría ser optimista al respecto y pensar en finales felices. Pero desde lo racional me es deficil por ahora. Mientras tanto, al menos reflexionar sobre lo que se tapa es siempre bienvenido y es casi una obligación ideológica. Sería bueno que el mundial fuera la excusa para ver, conocer y reflexionar, pero en medios masivos monopólicos y con una clara finalidad comercial y política, esto es imposible. Bienvenidos los espacios alternativos como estos que forjamos desde los blogs y bienvenida la nueva ley de medios. Salute, por tu recorrido alternativo.Un abrazo

La candorosa dijo...

Gracias por compartir con nosotros la visita a un lugar que guarda el recuerdo del dolor, ese dolor, que imagino eterno.
¡¡Cómo duele saber que la ambición de unos pocos ha castigado tanto ¡¡TANTOOOO!! a la humanidad.

Rescato de su excelente post la siguiente frase:

“Fuimos y somos víctimas de la codicia de los colonizadores –describe el guión museográfico–. Tan simple y complicada se narra la lucha por la libertad que desde hace siglos libra este continente.”

¿Se ha dado cuenta que esta frase bien sirve para que la enarbolen nuestros hermanos de los pueblos originarios de América?, por no decir de todas aquellas etnias que han conocido las consecuencias de la codicia humana.

Desde aquí un abrazo fraterno y agradecido por tan ejemplar post!!

Matías dijo...

Mujer la verdad es que la felicito, aunque no puedo dejar de tener un dolor muy grande por lo que cuenta. Lo que ha pasado en Sudáfrica sigue pasando en muchos lugares y lamentablemente nadie hace nada. El pueblo sudafricano es un ejemplo de lucha y de como con perseverancia y honor, puede hacerse justicia. Me ha dejado sin palabras Mujer y es una lástima que los medios de comunicación que llegan a la gran mayoría no muestren esta parte de historia que también es nuestra y se empecinen en mostrar a un estúpido bailando, desfilando o peleandosé con otro. Muchas gracias Mujer. Abrazo!

bonito lunch dijo...

que la pases super bien.
un beso.

guille dijo...

Si mandamos la mejor flor!!!
Abrazo.

Anónimo dijo...

Mujer, un orgullo leer tus crónicas. Coincido en que varios de tus colegas allá podrían habernos regalado algo de sensibilidad en estos días, el lugar, su historia, su gente lo reclaman y lo merecen.
El fútbol le está dando su lugar y su tiempo a África, el periodismo deportivo, atrasa horrores.
Pido que haya muchas mujeres de olé que nos hagan ver las cosas dede otro ángulo. De nada sirve tener High Definition y 39 cámaras si la cabeza sigue tan cerrada como hace décadas.

Un abrazo mujer.