Un programa de televisión estuvo buscando, hasta hace un rato, al sucesor de Diego Maradona como su nombre lo indica "El Mejor después de Diego".
La emisión por supuesto no tenía pretensiones científicas, ni enciclopedistas, ni siquiera periodísticas. El planteo era un simple programa de entretenimientos y así lo fue durante algunas semanas. No haremos, por tanto, una crítica demasiado exhaustiva. Sí tomaremos en cuenta algunos conceptos que rondaron las últimas emisiones para dedicarle algunas líneas a uno de nuestros Hombres de Olé bajo el Brazo favoritos: Juan Román Riquelme.
Descubrí este programita ya en su emisión de cuartos de final donde se eliminaba a uno entre Ronaldo y Riquelme.
Nunca participo de este tipo de certámenes pero esta vez me lancé con ganas a mandar el nombre Román a un número que marcaba la pantalla para ganarle a Ronaldo y ver si por una vez mi voto y mis ganas de ganar en algo se encontraban con el triunfo. Tan esquivo por estas horas tanto en el campeonato del fútbol local como en las elecciones legislativas del 28 de junio. Dos derrotas en continuado que se hicieron sentir sobre mis espaldas.
Por mi voto del día 24/07 recibí la siguiente respuesta: "Gracias por votar en El mejor después de Diego. Recuerda que puedes volver a enviar el nombre del jugador al 5656 para que tenga más chances". Qué amables pensé pero no volví a enviar nada, si tiene que ganar ganará y si no, no.
El elegido por la gente fue Román en esa oportunidad, por el 68% de los llamados (cifra récord según los conductores, un trío liderado por el ex jugador Diego Díaz secundado por un periodista español Arturo Velazco y el local Jorge Marinelli, no demasiado interesante por cierto pero sí respetuoso de las figuras en disputa).
El ganador de estos cuartos luego pasaría a enfrentarse a Lionel Messi en una de las dos semifinales que serían el lunes 27 (la otra sería entre Zidane y Ronaldinho). Partida muy difícil decían en el programa. Animada por mi suerte y por lo que creía una injusticia televisiva, ya que se sentía por parte de la producción del programa cierta preferencia hacia el delantero del Barcelona, entre otras cosas porque el invitado en piso Patricio Hernandez no paraba de ponderar sus virtudes y logros recientes en detrimento de los de Riquelme, volví a votar por Román. Es que realmente las cosas que decía el invitado, que no viene al caso detallar y que los periodistas en cuestión no discutían ni refutaban, intentaban minimizar la figura de Román pero no hacían más que engrandecerla.Ya que el jugador de Boca había ganado las mismas cosas que Hernandez enumeraba en la actualidad de Messi sólo que algunos años antes. Y algunas varias más para ser exactos.
Para sorpresa de muchos volvimos a ganar. Lo digo en plural porque seguramente fueron muchos los bosteros y los amantes del fútbol de Román los que votamos convencidos de que este juego lo podíamos ganar.
Ahora bien, quien ganara o quien perdiera en este certamen televisivo no es lo verdaderamente importante pero sí lo son algunas cosas que se dijeron durante las emisiones a las que tuve acceso y que son los temas que desvelan a las Mujeres de Ole bajo el Brazo.
A modo de ejemplo:
Es Román el último enganche tradicional?
Es el representante de algo que en el fútbol internacional ya no existe?
Era la selección argentina con Román el último reducto del fútbol con enganche?
Tiene sentido que la selección argentina siga jugando atada a una manera ya descartada por todos los equipos del mundo?
No son todas estas preguntas un poco ridículas? Una selección no debería jugar del modo más fiel al fútbol que se juega en el país de origen y contar para ello con los mejores exponentes disponibles? No es acaso la selección nacional la máxima representación del fútbol argentino en el mundo? Porqué debería nuestra selección jugar como la de Inglaterra, Italia o Alemania?
Son preguntas que me hago porque sigo sin entender esta prédica de algún sector del periodismo que brega por camuflar una de las cosas que mejor sabíamos hacer hasta hace algunos pocos años para hacerlas como otros que no son necesariamente mejores.
En la final del programa, hace un rato nomás, se enfrentaban Riquelme y Zidane. Volví a votar por Román aunque no me hubiera entristecido si el ganador era Zidane, era merecido también, pero ganó el 10 de Boca, el ex 10 del Villarreal y de la selección. Está bueno ganar de vez en cuando pensé, aunque sea en algo sin demasiada importancia, pero ganar a mi manera, no me hubiera gustado votar por alguien que no me convenciera para hacer que gane tal o cual. Voté convencida por Román, tal cual mi voto del 28 de junio en las urnas. Y eso que Román uno de sus primeros goles en Boca o el primero creo se lo hizo a mi Huracán, en una goleada bochornosa de seis goles contra cero, allá por 1996. Nunca le guardé rencor por aquel gol, siempre me pareció un proyecto de crack y un jugador al que iba a querer más allá de los colores de su camiseta.
Pero volviendo al tema de la selección argentina, me preocupa su presente y su futuro. Lo digo sinceramente.
Ojalá la selección empiece a encontrar el juego, ojalá clasifiquemos para el mundial, ojalá durante mi estadía en Sudáfrica pueda gritar goles argentinos de Tevez, de Messi, de Mascherano y ojalá no extrañemos a Román. Lo deseo profundamente.
AMOR PROFUNDO (Jaime Roos)
Amor profundo
es lo que siento al cantar
poco hay en el mundo
que me haga así vibrar
En mi alegría
se esconde siempre un lagrimón
sé que todo termina
y que hoy juega hoy