ROMÁN, SIEMPRE ES NOTICIA

Porque siempre reivindica lo que defendemos en este espacio, que es darle importancia a las maneras de llegar al éxito más que al triunfo en sí mismo, quiero compartir una buena nota de hoy publicada en Cancha Llena, el sitio deportivo de La Nacion sobre el ídolo de Boca. Vale la pena.

.

Riquelme, lógico y sincero
Por El Gordo Valarco

.

Cuando el río suena, seguro que algo trae. Lo raro es que río suene cuando las aguas están calmas, según parece mirando desde la costa. El logro de objetivos en el fútbol tapa todo y lo seguirá tapando. ¿Seguro? El último campeonato logrado por Boca en lugar de traer paz, tras los lógicos festejos, pareciera haber sido la orden para destapar la olla y dejar al descubierto sensaciones, que eran moneda corriente en las charlas futboleras. La relación Riquelme- Falcioni, y no es antojadizo el orden, es una muestra clara de que las vueltas olímpicas muchas veces no tapan los cortocircuitos.
Julio Falcioni fue un técnico con el que se sintió identificado Martín Palermo en su última etapa como jugador. Primero por haberlo bancado en "épocas de sequía" y segundo por hacerlo sentir insustituible por su forma de plantear los partidos. Esto fue algo que a Román no le cambió la vida y lo aceptó, calladito en clara señal de priorizar lo grupal por sobre lo personal. Salido de la escena el Titán, algun pase de factura iba a venir y acá resulta lógico no buscar culpables por decir una cosa u otra. Lo dicho, dicho está y no por eso hay que apuntarle a Riquelme por haber expresado lo que piensan muchos hinchas de Boca, por más que en épocas de bonanza como lo es este presente, traten de tirarle la pelota al periodismo. Boca no juega bien pero sale campeón. Pareciera estar todo dicho.
Que Riquelme no es el jugador preferido de Falcioni y que Julio no es el técnico ideal para Román, hoy pasa a un segundo plano. Lo que importa es que Boca en las tres competencias que encara en esta parte del año; Clausura, Libertadores y copa Argentina; llegue a las finales según palabras de su presidente Daniel Angelici, dichas el jueves en radio La Red. El entredicho para él, pasó a un segundo plano. "Quedate tranquilo que si el que criticaba a Falcioni hubiese sido otro, lo bajaban del avión y no viajaba a Salta", fue el comentario de un allegado al presi. Chocolate por la noticia.
Juan Román Riquelme pareciera ser de las pocas luces encendidas que se ven cuando las cosas no salen. Es el ídolo del club y se hace cargo de ello. Se ha preparado en la pretemporada para enfrentar el primer semtre del 2012 desde su mejor condición física. Sabido es que cuando el cuerpo le responde es fundamental para el equipo. Sabido es que cuando habla, más alla de esperar que tanto él como los hinchas esten felices, siempre deja títulos como para pensar. Siempre.
"Habría que preguntarle al entrenador en qué puede mejorar el equipo. Pero todos queremos mejorar cada día. Tengo la ilusión de seguir aprendiendo. Y nuestro equipo tiene la obligación de jugar cada vez mejor, porque algún día la suerte se termina. En el clásico ganamos 3 a 0 los dos partidos, pero también tuvimos mucha suerte. Tenemos que mejorar defensivamente y en ataque", dijo en conferencia de prensa previo al encuentro frente a Santamarina. Como el penal que pateó Gáspari , en la definición, su observación sobre la suerte pegó en el palo.
Román tiene licencia para jugar y para hablar cuando lo cree necesario. Se siente bien y juega. Tiene ganas de expresarse y lo hace. ¿Está mal que además de ganar pretenda que Boca juegue mejor? No, resulta que Riquelme lo ve, lo siente y lo dice. Su talento y su condición de ídolo, hoy lo avalan.