VUELVE ROMÁN Y VUELVE LA ALEGRÍA

"LA FLOR QUE MÁS EXTRAÑABA EL JARDÍN DE LA BOMBONERA"
(ahora con video) Mañana a esta hora se va a producir uno de los regresos más esperados para los que amamos el fútbol. Mañana estará otra vez en una cancha Juan Román Riquelme, ese jugador que expresa la esencia del mejor fútbol en cada jugada exquisita, en un pase perfecto o un tiro libre de colección. Román volverá a ponerse la 10 azul y oro cuando Boca enfrente en su estadio al último campeón Argentinos Juniors.
Todos saben lo que hemos dicho de él en estas páginas y lo que significa su vuelta para los seguidores del buen fútbol, ese que nos identifica más allá de las camisetas.
Porque sin ser hincha de Boca me considero desde siempre hincha de Román.
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Pero Román es hincha de Boca. Y sé que hay algo, un plus que los xeneizes tienen con él y eso no tiene precio. Hay cosas que los que no compartimos el amor por esa camiseta podemos comprender y disfrutar de prestado, como observadores o testigos, pero creo que hay sensaciones a las que no tenemos acceso.
Por ejemplo, cuando Román dice algo tan hermoso como:"La Bombonera es el jardín de mi casa". Hay algo que disfrutamos y podemos entender todos, no es más que una renovada versión bostera de la consigna de Tolstoi "pinta tu aldea y pintarás el mundo", y si alguien pintó el fútbol de los potreros de su aldea para el mundo ese fue Román, pero también hay ahí una distancia evidente.
Y eso siempre me ha dado un poquito de envidia de mis amigos bosteros, pero sólo un poco.
Por esto, porque hay sentimientos que no puedo expresar y conociendo esas limitaciones invité a un amigo, bostero de pura cepa, a escribir algo sobre este regreso. Y por suerte accedió.
Así que los invito a leer estas hermosas palabras de quien sino del amigo Super Riquelme, autor del blog De Buen Pie, que tenía además de su condición de hincha de Boca un apodo inmejorable para la tarea.
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Un día llegó Román
por Super Riquelme Los hinchas de Boca nacidos en los 80 y los 90 han crecido en una versión distorsionada del xeneize.
No han sabido que es eso de pelear el descenso. No saben que es una convocatoria de acreedores. No oyeron hablar de la "Ciudad Deportiva". Se acostumbraron a ganar títulos todos los años. Creen que es parte de la esencia de Boca el salir a atacar en todas las canchas. No saben que los títulos anteriores a Bianchi se cosecharon a base del esfuerzo y de la especulación, en el filo del reglamento. Los más viejos hinchas de Boca nos criamos en otro relato. En la convicción de que Boca es como su hinchada: actitud por sobre todas las cosas.
Nos educaron cantando "Giunta, Giunta, Giunta, Huevo, Huevo, Huevo", en la mejor tradición de Pescia, de Colman, de Rattin, de Silvero, de Rogel, de Suñe, del Tano Pernía. O, más cerca, aquella defensa del 86 que hace doler de sólo pronunciar los apellidos: Abramovich, Higuain, Passucci, y Hrabina.
Es cierto que hubo un Rojitas, un Marzolini, un Melendez, un Trobbiani, un Potente, un Zanabria. Pero el canto de guerra no los tenia a estos sino a aquellos: "Giunta, Giunta, Giunta, Huevo, Huevo, Huevo". Hasta que, un día, llego Juan Román Riquelme.
Y produjo, nada menos, una revolución en el paladar futbolístico del hincha de Boca. Porque Riquelme era un jugador para River, para Independiente, para Huracán. De los de paladar negro. Un pecho frío. Un lento. Algunos le auguraban poca vida en Boca: desde Dykstra hasta Gracián, desde Medina hasta Damián Díaz, los pecho fríos están condenados al fracaso en Boca.
Otros, más optimistas, se imaginaban que Román podría cambiar, como esos novios a los que las novias se proponen transformar. O no se acuerdan que Ribolzi jugaba de 10 en Atlanta y con Lorenzo se transformó en obrero? O se olvidan que Marangoni pasó de ser el 5 de galera y bastón del Rojo para embarrarse hasta el cuello al lado de Fabián Carrizo? Hasta el Pocho Insúa corría a los rivales como un carrilero en el Boca de Basile! Pero no. Fue al revés. Ni fracasó ni se travistió. Le sacudió las convicciones a los que nos criamos gritando "Giunta, Giunta, Giunta, Huevo, Huevo, Huevo". A base de talento, de pegada fina, de lectura sagaz, de caño y pisada, de taco y gambeta.
Porque el amor es más fuerte. Ayer le pedíamos a Pernía o al Colorado Suárez que revoleara al 11 por encima del alambrado. Hoy puteamos a Medel o a Insaurralde cuando le pegan para arriba.
Mañana vuelve Román.
Frente a Argentinos, la casita de los viejos. Hace bastante menos de 20 abriles que no lo vemos. Y, a diferencia del viejo criado, sabremos reconocerlo por algo más que su voz.
Bienvenido Maestro!
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Gracias Super!
Y ahora para todos los amigos que pasan por aquí, especialmente a los bosteros, y para vos Román, el humilde homenaje de Mujer de Olé, inspirado en la tremenda versión del Polaco Goyeneche de uno de mis tangos preferidos. Porque aunque algunos digan que sos triste, a muchos de nosotros nos enseñaste a sonreir.