EL SELECCIONADO DE ALEJANDRO SABELLA PASÓ DE SER EL EQUIPO MADURO QUE TODOS ESPERÁBAMOS AL BOCHORNO NACIONAL EN POCAS HORAS. NI UNA NI OTRA.La derrota histórica en Venezuela ha dejado secuelas, una ola de comentarios y encendió las alarmas acerca de la fragilidad del juego que propone la selección. Los que frecuentan este espacio saben que no soy resultadista ni lo quiero ser. Si bien el triunfo de la Argentina ante Chile fue contundente y entusiasmó a muchos, me animé a decir que algunos problemas de los últimos tiempos persistían y que el equipo lejos estaba de ser sólido. Lo que hizo bien fue aprovechar los errores de Chile, que fueron muchos, y contó con una tarde fenomenal de sus tridente ofensivo. No es que eso no sea importante, pero lejos está de ser un planteo serio de trabajo y de juego.
La falta de propuesta y de creación colectiva es una falencia que ya lleva varios años y conducciones en el equipo nacional. A mi entender no la tuvo con Maradona ni Batista, y el problema persiste ahora en la era Sabella que recien comienza. Es cierto que puede ser un poco pronta una crítica lapidaria, no quiero parecer injusta ni apresurada, pero cuando el error de planteo es conceptual no puede esperar demasiado nuestro rechazo o llamado de atención al menos, y digo nuestro incluyendo a todos los que nos gusta el buen fútbol.
Argentina jugó realmente muy mal en Caracas y las excusas del calor, la humedad y el cansancio no conforman en lo más mínimo. Creo que todos sabemos que en Venezuela hace calor y si los jugadores que poníamos en cancha (que además se dijo luego que estaba pesada) iban a estar cansados, debieron hacerse otros cambios, podrían haber ingresado Pastore o Palacio desde el comienzo del segundo tiempo por Di María que no hizo nada y no cuando faltaban pocos minutos para el final del encuentro. En el banco el entrenador tenía variantes que no fueron utilizadas inteligentemente, la excusa no puede venir luego del resultado adverso. Argentina hizo poco para jugar bien y ganar. Sabella sabe que no se puede ganar medio a cero, no existe eso en el fútbol. Y se puede ganar jugando mal, pero es más difícil y menos manejable. Quedó ahora el entrenador preso de sus palabras o ironías.
Y se sigue desperdiciando el poderío de Messi si no se arma un equipo que lo ayude a jugar, que le de libertad para moverse pero que lo ayude creando jugadas colectivas donde él pueda marcar la diferencia con sus arranques de genialidad.
No tenemos un equipo a la altura de las grandes individualidades que la Argentina tiene y eso lo estamos pagando caro, coleccionando decepciones como en la Copa América y récords negativos como este primer triunfo de Venezuela.
No sabe a qué quiere jugar el seleccionado todavía, sólo tiene voluntad para luchar y atacar, pero no para hilvanar jugadas, crear volumen de juego y, sobre todo, para pensar. Pudo verse en los dos encuentros, en el triunfo y en la derrota, que al equipo le cuesta mucho la tenencia de pelota, y cuando la tuvo de a ratos y no apeló al vértigo, sucede algo que aburre a algunos relatores de turno que sólo esperan velocidad, marca y goles, sin importar cómo se llega al resultado. Los comentarios de Diego "el chavo" Fucks son realmente lamentables y faltos de toda coherencia, cambian de un tiempo a otro, así Rojo pasa de hacer una labor realmente importante a no tener una posición cierta en el equipo en cuestión de minutos.
Pero más allá de relatores y comentaristas, que es otra ciencia, lo importante es que en la selección faltan jugadores que piensen y ordenen el juego. Más aún cuando se está empezando a armar un equipo, cuando hay posiciones que no están claras, no hay la mayoría de las veces demasiado tiempo para trabajar las variantes, en este caso se deben tener algunos puntos bien claros. Y hay jugadores que facilitan la tarea. Mascherano, puede estar mejor o peor, pero es un jugador que piensa y que si tiene una posición clara y buena compañía puede ser un buen central como lo es en el Barcelona, Bolatti puede ser un buen compñaero para idear juego desde atrás si se forman dos buenos laterales, no sé quienes, Zavaleta, Pillud, Clemente, y seguramente haya otros. Pastore es un jugador que ordena un ataque y que tiene la particularidad de jugar tanto por el medio como por las puntas y más adelantado también y siempre que jugó con Messi algo bueno pasó, lamentablemente siempre fue por poco tiempo. Y desde luego, para mí hay un jugador imprescindible en este panorama complicado e incierto, al menos para las eliminatorias y es Juan Román Riquelme. La ausencia del 10 de Boca se hizo aún más notoria en Caracas, pero en el partido con Chile, esa carencia de conducción en el equipo fue disimulada por el resultado abultado. La falta de generación de juego, los errores defensivos y la extrema velocidad, sin pausa, sin poder tener control de la pelota estuvieron igual, sólo que no influyeron en el score.
Creo que si queremos ser serios no podemos seguir tirando jugadores en la cancha cual dados que se arrojan desde un cubilete, y ver si la fortuna estará o no de nuestro lado. Necesitamos definir la idea de juego, recuperar nuestra identidad, volver a ser protagonistas de los partidos más allá del resultado.
No sé si coinciden o no conmigo, pero estas eliminatorias son bastante beneficiosas para el equipo argentino, no está Brasil peleando por una plaza y hay la mitad de los partidos de local, Argentina debería sacar una buena diferencia de puntos aprovechando la localía, y luego afianzando su idea de juego puede tambien obtener buenos resultados en otras canchas.
Por todo esto, Román, volvé pronto. Porque por ahora nadie ocupa tu lugar, y Sabella lo sabe, aunque no lo diga.